El Himalaya nos deja tirados en Nueva Delhi
La idea inicial propuesta por Toni y Carme era llegar a Cachemira por tierra. Contrataríamos un transporte privado para llegar hasta Manali, y de allí surcaríamos las montañas en coche por carreteras a más de 5.000 metros hasta llegar a Ladakh. No sólo era la opción más emocionante y espectacular, también la que nos permitiría aclimatar de forma más gradual.
Pero había un problema: las primeras nieves del invierno ya habían caído y la carretera de Manali a Leh estaba cerrada (o impracticable). Tocaba apostar por el plan B: el avión.
De Paharganj al aeropuerto de Nueva Delhi
Tras descansar unas horas en Nueva Delhi, volvimos a cargar con nuestras mochilas para llegar al aeropuerto. La aerolínea escogida para llegar a Leh era Go Air, cuyo vuelo salía desde la Terminal 2 (a la que se puede llegar a pie desde la Terminal Internacional en apenas 5 minutos).
Rickshaw de Paharganj a Shivaji Stadium (parada de metro): 150 INR
En otras ocasiones, pagamos 100 INR por este mismo trayecto.
Airport Express Link de Shivaji Stadium al aeropuerto: 50 INR
Ya estábamos esperando al embarque cuando el tiempo empezó a dilatarse. La hora que aparecía en las pantallas se iba retrasando mientras el resto de vuelos salían a tiempo. El flujo de viajeros era constante y de pronto eran obvias las caras que, al igual que nosotros, no se movían de sus asientos. Teníamos algo en común: nuestro vuelo a Leh parecía tambalearse.
Las horas pasaban, el embarque se posponía sin límite y la impaciencia comenzaba a crecer. Al fin, un empleado de la aerolínea nos dio la temida noticia: el vuelo de Go Air a Leh no iba a salir. Al parecer estaba nevando fuertemente en Ladakh y la pista en Leh no se encontraba en buen estado. Los ánimos decayeron cuando otro empleado nos dijo que «el temporal va a durar varios días y no se va a poder volar». ¿De verdad? ¿El viaje a Ladakh se venía abajo?
«Atrapados» en una lluviosa Nueva Delhi
Dónde dormir en Paharganj, Nueva Delhi
Estábamos de vuelta en el caos de la capital, apabullados por la incertidumbre que de pronto teníamos frente a nosotros. Mientras nuestra cabeza daba vueltas, llegamos al Hotel Prince Palace Deluxe, un alojamiento muy decente de excesivo nombre al final de un callejón estrecho y oscuro de Paharganj.
Hotel Prince Palace Deluxe (Hab. doble): 2500 INR + 300 (tasas)
Dónde comer, cenar o tomar algo en Paharganj
Mientras en el horizonte se hacían fuertes unas amenazantes nubes negras, subimos al Everest Cafe, desde cuya azotea se divisaba en tranquilidad el ruidoso desorden de Paharganj y donde podríamos llenarnos el estómago con nuestro primer Thaali del viaje.


Allí pudimos confirmar el plan de emergencia para los siguientes días. Valoramos muchas cosas; cancelar Ladakh, optar por Nepal… creo que hasta se planteó viajar al sur de la India… Para llegar a Leh, cosa que debíamos hacer sin falta durante los siguientes días ya que Carme volvía a Inglaterra dentro de dos semanas, no podíamos confiar en la eficacia de Go Air, y por ello finalmente nos pusimos en manos de la -menos económica- aerolínea Vistara y su vuelo del día siguiente.
Cuando, ya anochecido, salimos de nuestras habitaciones con la intención de dar una vuelta, algunos rayos parpadeaban en el cielo y una pesada lluvia limpiaba el aire y embarraba las calles. Ello no nos detendría para visitar el vibrante mercado y sacar unas cuantas fotos.



Aunque el chaparrón nos obligó por momentos a buscar refugio.


Como en muchas otras ocasiones acabamos en el balcón del Khrisna Cafe, donde, al igual que en el resto de lugares y a la demanda de «special tea», nos servían la cerveza de forma disimulada y siempre oculta en jarras de cerámica. Mientras disfrutábamos de aquella quietud envuelta por el alboroto de la calle a nuestros pies, no nos quitábamos de la cabeza una pregunta…
… ¿Saldrá mañana el vuelo de Vistara?
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