De Coron a El Nido: Viaje de 7 horas en barco
El tiempo en Coron había finalizado, y ahora era el turno de El Nido. Un lugar de renombre al que inevitablemente se va con expectativas altas. El Nido está llamado a ser la próxima meca del turismo en el Sudeste Asiático, y acabará convirtiéndose en ello mientras pierde todo su encanto por el camino.
Neda y yo optamos por el viaje en barco lento, que dura entre 6 y 8 horas y resulta un poco más barato, en lugar del viaje de 4 horas del barco rápido. La razón es que no teníamos especial prisa por llegar temprano a El Nido, y durante el trayecto las Islas Calamianes y el archipiélago de Linapacan nos dejarían algunas estampas bonitas.
Bangka lenta a El Nido: 1200 PHP
Salida a las 7:30 am
Incluye almuerzo y agua
Barco rápido a El Nido: 1700 PHP
De una empresa llamada «Montenegro»
De Coron a El Nido en barco lento
Siempre, siempre fijaos en lo que hacen los locales e imitadlo. Los turistas inocentes nos colocamos bajo las ventanas, mientras los viajeros autóctonos se sentaban en el único tramo de cubierta sin ellas. ¿Por qué será? Pues porque normalmente entra agua por todas partes. ¡Colocadle la funda a la mochila! Por suerte, antes de que empezara a inundarse todo, la tripulación desplegó unos plásticos y paneles que taparon las ventanas y nos permitieron viajar tranquilos.
Íbamos muy pocas personas a bordo, tan pocas que casi parecía un barco privado. Teníamos espacio de sobra para tumbarnos y podíamos movernos con libertad por el transporte. Si uno se cansa de dormitar, puede subir a la cubierta superior a tomar el sol y disfrutar de las vistas.


El viaje se me hizo muy ameno. Fueron 7 horas bastante cómodas en las que no tuve necesidad de mirar el reloj. El Nido llegó, de hecho, antes de lo esperado. Es cierto que, probablemente, si el barco hubiese ido lleno no habría sido lo mismo.
Desembarcados en este mítico lugar, nos sobrevolaba la sombra de las frías opiniones que hablaban de este pueblo como «feo y sucio». A primera vista parecían tener razón. El Nido Town se apelotonaba en forma de caótico cúmulo de barcos y ocioso urbanismo desatado bajo acantilados que parecían haber presenciado tiempos más amables. Pero recorriendo sus calles el panorama no me parecía tan desastroso. Es cierto que el pueblo no es idílico, pero da la sensación de que esa bomba de turismo que acabará con este lugar está todavía por caer. Encontré algo de encanto y autenticidad aquí.
Nosotros no nos quedaríamos en esta zona. Nuestro propósito era llegar a Corong Corong y alojarnos allí. Pudimos haber tomado un triciclo, pero animé a Neda a hacer el camino andando, que no sería de más de un kilómetro (o eso creía).
Dónde dormir en El Nido: alojamiento en Corong Corong
Corong Corong es una larga playa al sur de El Nido custodiada por miles de cocoteros. No es ideal para el baño, no es la playa más bonita del lugar, pero tenía lo que buscábamos: tranquilidad. Tiene cierta infraestructura de hoteles, restaurantes y algún que otro «resort», pero está todo muy verde. Aquí lo que todavía abunda son humildes casetas de pescadores, gallineros de nipa, y estrechos caminos de tierra que serpentean hacia la playa. Al margen de la carretera que bordea la costa, no hay asfalto, no hay «calles». Y ojalá siga siendo así…
Por estos motivos nos costó encontrar los alojamientos en los que estábamos interesados, y acabamos algo cansados de dar vueltas por la arena mientras todos parecían estar llenos o ser muy caros. Para esa primera noche acabamos en Dormitels, que no estaba nada mal.
Habitación doble en Dormitels: 900 PHP
– Televisión
– Aire acondicionado
– Baño privado
Otro de los puntos fuertes de Corong Corong, como pudimos ver varias horas después, eran los atardeceres. Es difícil no presenciar un atardecer increíble estando aquí, con los peñascos de Bacuit de telón de fondo.


Caída la noche, llegada la hora de cenar, se puede decidir entre un par de establecimientos en la playa, de aire chill-out y algo más caros; o bien los que están a pie de carretera, carenderias locales con precios en torno a los 80 PHP. Eso sí, elijáis los primeros o los segundos, no os olvidéis de dar un paseo por la oscuridad de la playa (cuidado con los amarres de los barcos), ¡sentiréis que el mundo se ha parado! Empieza la aventura en El Nido…
Diario anterior: Coron se despide: tour B y un precioso atardecer
Diario siguiente: La cuna del island hopping, Tour C en El Nido
No Hay Comentarios