Llego a Siargao, mi primera isla del Pacífico
El contratiempo en una tormentosa Cebu City había entorpecido brevemente nuestra idílica ruta por el país, pero por suerte todo volvió a su cauce cuando el avión de Cebu Pacific comenzó a sobrevolar el Mar de Bohol hacia nuestro siguiente destino: Siargao.
Vuelo de Cebu a Siargao con Cebu Pacific (ida y vuelta): 6.215 PHP
Con mi llegada a Siargao me asomaba por primera vez a ese gran océano que durante tantos años había ocupado mis sueños más ambiciosos. Esta isla, en el borde oriental de Filipinas, paraba las olas de un manto azul que, en línea recta hacia el Este, se extendía 16.000 kilómetros hasta la costa de América. El Pacífico.
Aterrizamos en un aeropuerto rodeado por miles de palmeras, con ese espíritu tropical que caracterizaba a todas las islas del país, pero acompañado de la vibra paradisíaca y remota de una isla que, aunque no virgen, todavía no había sido descubierta por el turismo de masas.
Dónde dormir en General Luna, Siargao: alojamiento barato
Llegábamos a Siargao sin alojamiento, con algunas directrices sobre los mejores lugares para quedarse. La furgoneta que tomamos en el aeropuerto nos llevó hasta General Luna, localidad en el Sureste de la isla. Los campos verdes salpicados por cocoteros que pasaban a los lados nos dejaban con la boca abierta y Neda y yo, con cada paisaje que se desvelaba tras cada curva, nos dedicábamos una sonrisa de oreja a oreja como niños que visitan Disneyland por primera vez.
Encontrar alojamiento no fue tan satisfactorio. Como es habitual en una isla que es mundialmente famosa por sus olas, estábamos a una semana de un importante campeonato de surf y la ocupación aquellos días era altísima. Algunos alojamientos, incluso, ampliaban a todo correr sus instalaciones para atender la creciente demanda. Nos refugiamos del sol en Paglaom, un hostel sin paredes y en aquel momento sin camas libres en el que su gerente nos permitió dejar las mochilas hasta que encontráramos una habitación.
Justo al lado estaba Jing’s Place, un hostal familiar de madera y nipa en el que sólo podían ofrecernos una noche. Decidimos aceptarlo y darnos tiempo para buscar algo distinto donde quedarnos las siguientes jornadas.
Atardecer en la playa de General Luna
Después de almorzar no nos contuvimos por más tiempo y recorrimos los cinco minutos de camino arenoso que nos separaban de la playa. Con los resorts ocupando grandes parcelas de costa a veces es difícil llegar a la orilla sin atravesar uno de ellos, pero también es cierto que nos divertíamos haciéndonos pasar por clientes de estos lujosos complejos.
El agua se había retirado y las palmeras arrojaban su sombra sobre los dibujos sinuosos que había tallado la marea en la arena. Un estruendo resonaba a lo largo de la playa e interrumpía el dominante silencio.
Dirigíamos nuestra mirada hacia el origen de ese murmullo violento y veíamos, a lo lejos, una línea interminable de agua oscura y espuma blanca estrellándose contra el arrecife que protege a Siargao del océano abierto.


Buscamos los extremos del arenal y cuando perdimos de vista a los demás humanos encontramos otro tipo de compañía. Un grupo de perretes comenzó a seguirnos y a correr a nuestro alrededor, y por supuesto un servidor no pudo evitar achucharles.


Nos acompañaron todo el camino de vuelta y llegado un momento pensé que se vendrían con nosotros a casa. Parecía que esta isla me conocía de toda la vida…
El sol abandonaba Siargao por hoy, y nosotros regresábamos a Jing’s Place en la penumbra por sus calles de tierra.
Diario anterior: De Cebú a Siargao si el destino nos deja…
Diario siguiente: Increíble island hopping en Siargao: Naked, Daku y Guyam Island
7 Comentarios
Que sitio más paradisiaco!! Es de esos lugares donde se puede vivir descalzo. Todo un lujo!!
Tooootalmente de acuerdo. Yo vivía descalzo en Siargao jaja
El paraiso existe, sol buen tiempo que tanto echamos en falta
Y de momento parece que el verano empieza bien por aquí… 😉
Hola!
Madre mía, qué envidia! parece eso un muy buen comienzo para un viaje, y vaya parajes!!
Ganas de leer los próximos capítulos!
🙂
Y eso que mi viaje ya acumulaba bastantes semanas y experiencias increíbles, pero Siargao lo superó casi todo. Próximos capítulos cocinando! 😉
Sin duda. Es una isla que está cambiando muy rápido y pronto no será lo mismo 🙁