De Bohol a Siargao si el destino nos deja…
Con dos meses en Filipinas nadie diría que en algún momento me vería con prisas… Pero Donsol, localidad que en las siguientes semanas visitaríamos, al parecer celebraba un festival y Neda creía que sería interesante coincidir con él. Partimos de Bohol con la intención de abordar un ferry nocturno hacia Surigao esa misma tarde, aunque las cosas no salieron como queríamos…
Transporte de Panglao a Bohol y ferry a Cebu
Para llegar desde Panglao hasta Tagbilaran salimos a la carretera de Alona y esperamos que un jeepney o algún tipo de transporte pasara por allí. No lo veíamos claro, pasaron los minutos y el calor y la mochila empezaron a pesar. Al cabo de un rato una furgoneta blanca paró junto a nosotros y Neda negoció un precio con el conductor.
El precio, para una furgoneta privada con aire acondicionado que nos llevaba directos al puerto, me parecía una ganga. «¡Qué suerte!» le dije a Neda, pero a ella parecía costarle sacar una sonrisa. Al cabo de un rato, cuando el conductor aparentemente tomaba algún tipo de atajo por calles secundarias, sacó su móvil y activó el GPS. «¿Crees que nos puede llevar por un camino más largo para cobrarnos más o algo?» (ilógico, teniendo el coste ya pactado) le pregunté. Ella me contestó algo que inevitablemente me hizo soltar una carcajada. «Es que leí que los NPA utilizaban furgonetas blancas para secuestrar». xD
El atajo tomado por nuestro señor conductor nos ahorró un buen tramo de carretera principal. Poco después estábamos cruzando el puente hacia Bohol y más tarde llegando al puerto de Tagbilaran.
Los tipos de ferrys son muchos y variados. Yo os puedo poner aquí unas capturas que hice a nuestra llegada a la terminal, pero no debéis tener en cuenta el horario que aparece en ellas ya que es habitual que lo cambien cada pocas semanas.
Unas horas después atracamos junto a los grandes ferrys amarillos de Cokaliong, frente a esa enorme ciudad gris en la que -creíamos- apenas íbamos a poner un pie. Si no recuerdo mal, era con Cokaliong con quienes viajaríamos hasta Surigao aquella noche… si no hubiera sido porque, cuando nos acercamos al mostrador de tickets un cartel de «agotado» frustraba nuestras aspiraciones. El siguiente ferry disponible zarpaba varios días después. «Ni hablar» le dije algo enfurruñado a Neda. «No me quedo en esta ciudad más de una noche».
Y Cebu parecía querer echarnos de allí, porque unas nubes negras taparon la ciudad y comenzaron a escupir un diluvio. Cobijados bajo una precaria cornisa, exploramos la web de Cebu Pacific en busca de vuelos asequibles a Siargao en las siguientes horas. Nuestro presupuesto iba a sufrir un revés importante, pero teníamos que llegar a Siargao cuanto antes, así que no tuvimos más opción que desenfundar la cartera y reservar un vuelo para la mañana siguiente.
Dónde dormir en Cebu: alojamiento céntrico
Cuando sabíamos que tendríamos que pasar la noche en la ciudad, y apurados por una lluvia torrencial que comenzaba a inundar las calles, optamos por ir al hostal en el que me había alojado yo la anterior vez, Fuente Guesthouse.
A bordo de un taxi vimos pasar Cebu a nuestros lados mientras las carreteras se convertían en lagos y los tejados desalojaban el agua en forma de cascadas artificiales. Aunque el tráfico urbano se vio interrumpido en muchos lugares, los ciudadanos parecían recibir la tormenta con gusto. Pegué mi cara a la ventanilla, esquivando las gotas que se deslizaban por el cristal, para ver esas escenas improvisadas. Un señor aprovechaba para lavar a su perro y algunos niños jugaban en los charcos del pavimento resquebrajado.
Apenas recorrimos 20 metros hasta la puerta del hostal y ya estábamos calados cuando entramos en él. Allí me topé con dos caras conocidas, las de Mireya y Alba, a las que conocí en Siquijor, que estaban a punto de volar hacia Puerto Princesa para terminar su viaje en Palawan. Qué casualidad.
Cebu: cómo ir del centro al aeropuerto
Queríamos evitar los taxis, así que por la mañana tomamos un jeepney junto a la plaza Fuente que -creíamos- nos podría llevar hasta la estación de autobuses del SM, para allí tomar un bus al aeropuerto. Era la combinación más barata. En realidad ese jeepney nos dejó en un lugar completamente distinto y la única solución fue tomar, finalmente, el taxi que queríamos evitar.
Jeepney a Ayala Public Vehicle Terminal: 7 PHP
Taxi de Ayala PVT al aeropuerto: 200 PHP
Habíamos perdido bastante tiempo, las carreteras estaban congestionadas, y nuestro vuelo salía en poco más de una hora. Siargao, ¿conseguiremos algún día llegar hasta ti? Por suerte sí…
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