Guía para evitar los timos en Asia
Seguramente acabaremos estafados en Asia de alguna forma u otra. Tranquilos, no hagamos un drama de esto. De todo se aprende, y además que te estafen no tiene por qué significar que te quedes sin dinero o que tu viaje se vaya a acabar. Lo corriente en Asia son timos pequeños, rutinarios, en los que te sacarán unos cuantos dólares o te harán perder tiempo con el fin de conseguirlos.
No hay reglas fijas para evitar ser timado, no hay un libro con pautas, más bien todo gira en torno a ser sensato, lógico, y tratar las situaciones con tranquilidad. La mayoría podremos evitarlos, otros no…
No desconfíes, pero tampoco confíes en exceso.
Una de las normas que un viajero debe auto-imponerse es el hecho de derribar prejuicios y deshacerse de miedos infundados. Si te cierras completamente al mundo no lo vivirás con todo su potencial y tu experiencia será incompleta. Pero atención, tampoco podemos ir por la Tierra pensando que es el País de la Piruleta. Tenemos que tener en cuenta que sí, el mundo está lleno de gente buena, pero como en todas partes nos podemos encontrar con personas deshonestas, sobre todo en los mayores circuitos turísticos.
En aquellos países en los que el turismo es una principal «industria» económica la sociedad ha sido moldeada y muchísima gente vive gracias a ello. Tanto turismo mueve mucho dinero, y donde hay tanto dinero las personas se corrompen (en Asia, en América y en tu comunidad de vecinos, en todas partes). De esta forma, mucha gente se gana la vida ofreciendo servicios de forma honesta, pero otros han aprendido a exprimir a los inocentes personajillos occidentales que van a visitar sus países. Somos un $ andante.
A lo que vamos. Viaja sin necesidad de pensar que te vas a encontrar con alguien malo, pero no te desconectes de la realidad. No hay un país utópico donde el 100% de las personas te servirá de manera desinteresada. ¿Estás teniendo desencuentros con los ciudadanos de un país? Prueba esto: aléjate del circuito turístico, muévete por una zona menos conocida, y conocerás el auténtico espíritu humano del lugar.
El señor/señora que se ofrece a ayudarte.
En línea a lo de antes, es muy probable que tu mochila, tus vestimentas occidentales, tus gafas de sol, tu mapa… atraigan a esa gente con la que no queremos cruzarnos. Parecerán amables, a veces casuales (pasaban por allí…), y te ofrecerán ir a cierto lugar. A veces es un templo, a veces es una agencia, a veces es un restaurante, otras veces es una tienda…
Cuando tú ya tienes un plan suelen utilizar la técnica «tal cosa está cerrada, mejor id a tal sitio». Quizás 1 de cada 50 veces ese sitio esté verdaderamente cerrado, pero da igual, si escuchas la palabra «closed» desconfía. Me pasó a mi en Bangkok y caí como un tonto (también es verdad que nunca había leído sobre este engaño).
Lo sé, resulta muy difícil deshacerte de esa persona cuando parece tan amable, te mira a los ojos, te pregunta de dónde eres, te agarra la mano… Parece que si la ignoramos y somos tajantes en algún lugar del mundo morirá un gatito. Pero debemos hacerlo.
Y como siempre: a parte de lo que te digamos analiza la situación con tranquilidad, con lógica. Puede que sólo sea una señora que quiere invitarte a comer a su casa. Pero si crees que sus objetivos son dudosos, dí que NO con amabilidad pero de forma directa, y ya está.
Compra los tickets y paga las visas en su sitio.
Hablando de la majísima gente que dedica su valioso tiempo para ahorrarte ajetreo… Date una vuelta por India con tu mochila a cuestas y verás a lo que me refiero. Allí hasta debe resultar difícil avanzar cuando te atosigan decenas de personas ofreciéndote taxis, billetes de tren, alojamiento… Es común en el Sudeste Asiático que antes de que llegues a cualquier puesto oficial, alguien se ofrezca a venderte el billete o la visa que buscas.
Creo que a estas alturas es obvio decir que debes ignorarlos y seguir hasta la taquilla de la estación, o en caso de las visas, hasta la oficina oficial de inmigración. No quiero decir que vayan a venderte algo falso, pero sí lo harán por un precio mayor al oficial. No hagas uso de agencias, gente en la calle, o puestos que dicen ser «la oficina». Compra en los lugares oficiales, si los buscas sabrás cuáles son. ¡También! Cambia el dinero en casas de cambio que transmitan confianza, y no pierdas de vista tu dinero.
Con lo de las visas y las fronteras nos metemos en un cenagal, porque a veces (como en lo antes comentado) podremos evitar el timo, pero otras veces en las que haya involucrados agentes de la autoridad corruptos me temo que no tendremos otra que pagar esos dólares extra.
¡Tuk tuk! ¡Free tuk tuk!
¿Paseos grasis en tuk tuk? ¡JA JA! ¿Qué es esto? ¿Disneylandia? Lo siento pero no, nadie en su sano juicio en Asia te ofrecería un servicio gratis. En algunas ciudades se ha extendido mucho este truco. Te proponen un paseo gratis y en el fondo es verdad, no les pagas nada, pero el circuito que te hacen por agencias y tiendas es digno de titularse «La Historia Interminable». Esos conductores cobrarán una comisión en esos establecimientos, y si eres un turista ingenuo acabarás comprando hasta joyas falsas.
Eso nos lleva al tema de las joyas. Muchos turistas aprovechan su viaje para ir en busca de piedras y metales preciosos a precio de escándalo. ¿De verdad has ido hasta Asia para comprar joyas cuya calidad, por cierto, es tremendamente dudosa? ¡Allá tú!
El maldito transporte público.
Un lugar donde estamos vendidos es el transporte público, autobuses de larga distancia por ejemplo. Qué orgullosos vamos nosotros totalmente integrados en la vida local, utilizando los medios que ellos utilizan… ¡y ZASCA! Te cobran el triple que a los demás. Por mucha brecha económica que haya entre ellos y nosotros, esto es una enorme injusticia y te baja mucho la moral viajera.
Hay muchas formas de pagar en el transporte público de Asia y siempre que puedas debes tratar de mostrar que sabes cuánto vale el billete. Fíjate en los locales o pregunta a alguno de ellos. Con un poco de suerte el taquillero, el conductor, o el revisor aceptarán tu pago. Si no, siempre te quedará protestar un poco para ver si cuela o negarte a aceptar la injusticia y quedarte en tierra. Cuando el chófer está metido en el ajo, o lo tomas o lo dejas.
Otro timo cada vez más corriente es el del revisor falso. Debes desconfiar si un hombre o varios os cobra sólo a los extranjeros (dejando de lado cuánto os cobre, que volvemos a lo de antes). Puede que no sea revisor, poco después se baje, y más tarde os vuelvan a cobrar. Nosotros lidiamos con esto en Indonesia, y aunque al final no pagamos dos veces, al principio nos resistimos y estuvieron a punto de echarnos del bus. Si se ponen violentos como en nuestro caso, da igual que sean falsos o verdaderos, no puedes hacer más.
El otro transporte maldito: los taxis.
Creo que nunca me subiré a un taxi sin la incertidumbre por saber si me timarán o no. Estos cochecitos son una máquina de estafar. Pero resulta ser el caso en el que es más fácil dar un consejo: pide un taxímetro. Vuelve a pedir el taxímetro. Pide por última vez el taxímetro. ¿No lo pone? Bájate del taxi. Con el taxímetro nunca pierdes. Sin él perderás seguro.
Pueden distinguirse fácilmente los taxis que cuentan con este aparato, pero aunque te subas a uno que lo tenga, casi siempre tendrás que pedirlo tú. Repito, hay muchos taxistas honestos, pero por el simple hecho de que haya unos pocos que no lo son, ya debes ser precavido. No sería la primera vez que el conductor elige el camino más largo, así que tampoco está de más que si tienes un GPS vigiles que utiliza la ruta correcta. ¿Paranoico? Ya ya… ya me contarás…
Y para acabar con el trío maldito: las motos.
El Santo Grial de las estafas en el Sudeste Asiático. Es un transporte fantástico para movernos por muchos países, pero es una lástima que sea tan fácil estafarnos con ellas. Vamos a devolverla y que si tiene un rasguño que no estaba, que si la rueda está pinchada, que si los unicornios existen… Está muy extendido por internet el consejo de que le saques fotos a la moto antes de alquilarla y compruebes que está en buen estado (o que todo lo que ya tenga no te lo encasqueten a tí).
Cuidado donde la dejas y a quién se la alquilas, porque ha habido casos de robos que han desembocado en situaciones bastante desagradables con el dueño y la policía, estando todos compinchados. Lo de los parkings es un sacacuartos del copón, pero en sitios apartados quizás te merezca la pena pagar un poco y dejar la moto a buen resguardo. De todas formas: prevención, alquila en zonas de confianza y ni aquí ni en ninguna otra ocasión dejes tu pasaporte como fianza.
Si te para la policía y te pone una multa porque le pica la espalda, se suele recomendar hablar con amabilidad y tratar de ofrecerle al oficial una pequeña cantidad de dinero (a.k.a. soborno).
Muchas veces me pregunto si pensarán: «Qué más da que le saque un poco más, total… son ricos!». Comparados con ellos sí que somos ricos, ¡pero oiga! los problemas económicos de sus países no se resuelven engañándonos a los de a pie. No voy a llorar por un dólar o tres, pero las cosas deben ser justas para todos.
7 Comentarios
lo de si escuchas closed desconfia me ha recordado a filipinas, donde siempre que preguntas a que hora es el siguiente bus te contestan no more bus today taxi taxi jajaajaj
jajajajaja Qué bueno!
Gracias por toda esa info Joëlle! Seguro que a mucha gente le servirá tu caso.
jajaja… mi primera vez en Bangkok,sola, me fui a visitat el Grand Palace, cuando pregunté si iba bien, me contestaron 'today closed'.
Lo cierto es que dudé y me acerqué a turismo.
Yo caí como un tonto 🙁
Yo en los taxis no confio ni con taximetro! Me paso en Rumania que un viaje de $7 me salio como en $12, a pesar de que el taxi tomo la ruta correcta. Esos se pueden alterar tambien :-/ en Costa Rica tmb los alteran a veces, aunque no se si en Asia sera practica comun, pero igual no confio en los taxis jaja
Buf pues espero que no llegue a Asia jaja Gracias por tu comentario Rai