Un amanecer sobre las montañas de Ifugao en Sagada
La segunda mañana en Sagada nos despertamos muy temprano, mucho antes, de hecho, de que se pudiera considerar «la mañana». Era noche cerrada y hacía bastante frío, pero debíamos iniciar nuestra excursión a esa hora para llegar a tiempo al amanecer. Nuestro destino era Kiltepan View, un mirador de Sagada situado en lo alto de una montaña cercana. Utilizamos el recién adquirido mapa y un par de vistazos al Maps.me para guiarnos hacia las afueras del pueblo y seguir la carretera correcta. Pronto la temprana claridad del amanecer nos permitió guardar las linternas.
Amanecer en el mirador de Kiltepan en Sagada
En Kiltepan ya había gente y grupos de comerciantes que preparaban sus pequeños puestos de comida. Neda y yo nos las arreglamos para encontrar un hueco en la empinada ladera desde el que presenciar la salida del sol. Cuando éste apareció en el horizonte, se hizo visible el mar de nubes que cubría los valles a nuestros pies.


Con el sol, el panorama que regala este mirador de Sagada torna épico. La luz peinaba las crestas y espesaba el aire húmedo formando columnas horizontales de brillos y sombras. Allí al fondo, sinuosas terrazas de arroz de un color verde intenso eran poco a poco iluminadas por los rayos solares. La perspectiva nos influyó vértigo.




Volvimos al pueblo, esta vez viendo el paisaje que anteriormente habíamos atravesado en la oscuridad. Las casitas aparecían entre el escarpado terreno como setas de colores. Compartían las las colinas con impresionantes salientes de roca afilada, entre cuyos pilares alguien había encajado ataúdes incontables años atrás.
Dónde comer o cenar en Sagada
Nos gustó mucho Yoghurt House. Una coqueta casita de madera de dos pisos, con todo tipo de comida y una terraza estrecha en la parte superior donde tomar algo sobre la carretera. Aquí vinimos una tarde a tomar una cerveza con Pak, un buceador y guía español por aquel entonces asentado en Malapascua que buscaba a alguien en Sagada con quien charlar un rato. ¡Nosotros encantados!
Yoghurt House
Ubicación
También nos pasamos con Pak por el Sagada Brew, un acogedor café que nos llamó la atención por los pasteles y magdalenas de chocolate expuestos en su mostrador. Mmmm chocolate…
Sagada Brew
Ubicación
Pero sobre todo tenemos un especial recuerdo de Gaia Cafe, restaurante vegetariano y tienda de artesanías, prácticamente colgado sobre los arrozales del valle Ambasing, al sur del pueblo. Al parecer se hizo famoso entre los nacionales por aparecer en una película filipina, y viendo su poder escénico puedo entender por qué eligieron este lugar.
Gaia Cafe
Ubicación
Ver el cielo cambiar de color sobre los arrozales, rodeados por el silencio de la montaña, fue algo que nos cautivó. De no ser por el largo e inclinado camino de vuelta a casa, habríamos venido muchas veces más. Se hacía «tan cuesta arriba» que no nos venía mal parar para refrescarnos y recuperar fuerzas, por ejemplo, en el rústico Rust ‘n Wood Cafe. Un banana shake en una gruesa jarra de cristal era la excusa perfecta.
Y aunque la serenidad de la noche en Ifugao también era atractiva, el frescor que traía consigo nos invitaba enseguida a buscar refugio entre las mantas de la cama. Aquella última noche dejamos las mochilas preparadas, todo listo para recibir el siguiente día con un nuevo viaje en autobús a través de las montañas.
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