Alojamiento en Koh Lipe: comienza mi vida en la isla
Desembarcábamos en Koh Lipe. Una maraña de turistas nerviosos y tambaleantes cargando con maletas de diversos tamaños recorría la pasarela flotante que nos llevaba a la playa. Algunos confundidos, otros seguros como yo, todos entusiasmados. Nos recibía una larga lengua de arena más blanca que la harina y aguas tranquilas de color turquesa, pero no quise prestar mucha atención. Tenía 9 días por delante para disfrutar la belleza de la isla, y me centré en atravesar la playa bajo el punzante sol lo antes posible. Mi alojamiento en Koh Lipe se encontraba aquí al lado, a pocos metros del arenal de Pattaya Beach.
Dónde dormir en Koh Lipe
Dicho alojamiento en Koh Lipe era el Walking Street Hostel, un alojamiento de mochileros con habitaciones compartidas y camas estilo cápsula. Me topé con un hostal nuevo, limpio y moderno, en el que cada cápsula proporcionaba privacidad e incluía una caja fuerte. Además, comparte una generosa piscina con el vecino Varin Beach Resort que pude disfrutar en numerosas ocasiones, aquel día fue la primera vez.
Walking Street Hostel
Aire acondicionado, WiFi, taquilla, caja fuerte, piscina.
Camas estilo cápsula con cortina.
Su entrada da a la Walking Street, que atraviesa gran parte de Koh Lipe a la vez que proporciona las mayores comodidades: restaurantes de todo tipo, heladerías, cafés, supermercados… También es la manera más directa de llegar hasta la otra gran playa de la isla: Sunrise Beach.
En esta calle, junto a la entrada de mi hostal, había un puestito de sandwiches fritos que básicamente me alimentó durante casi toda la estancia. Estaban rellenos de diferentes y variopintos sabores y cada uno costaba la minucia de 20 THB. Me puse las botas. Acostumbraba a comprar varios, cargar con ellos hasta alguna de las playas, sentarme en una sombra y comérmelos ansiosamente. Espero que sigan allí cuando vuelva, ¡qué ricos!
Agua potable libre de plásticos
Walking Street Hostel también es uno de los muchos puntos de «refill» de Trash Hero Thailand repartidos por Koh Lipe, una iniciativa para ahorrarle plásticos a la isla y que pone a disposición de todos de manera gratuita fuentes de agua potable y fría en las que se puede rellenar cualquier botella. Si no se tiene una cantimplora propia, esta asociación permite comprar una botella Trash Hero de metal por 200 THB. Absolutamente fantástico.
Asentado ya en mi alojamiento, a pesar de mis intenciones de tomarme las cosas con calma, mi mente se puso ya en modo descubrimiento. Quería echarle un mejor vistazo a la playa que tenía al lado: Pattaya Beach.
La playa de Pattaya en Koh Lipe
La Pattaya Beach de Koh Lipe es una playa alargada y con forma de media luna que, como la gran mayoría de playas tailandesas, hace las veces de puerto para un gran número de embarcaciones. Predominan los longtail boats y, por muy pintorescos que sean con sus proas adornadas de coloridos ornamentos, allá donde se apilan en fila es imposible acceder al agua.


Pero la largura de la playa permite encontrar tramos de la orilla más despejados donde no molesta ningún barco, y tras el arenal hay suficiente terreno para que alojamientos de diferentes categorías se repartan el espacio sin sobrecargar el paisaje.
Recorrería esta playa en numerosas ocasiones durante estos días, preguntándome siempre por su excesiva tranquilidad a pesar de ser temporada alta, entablando amistad con los perros que aprovechaban esta solitud para jugar a sus anchas, deleitándome con los shows de malabares de fuego nocturnos, y viendo el sol caer a plomo sobre el horizonte cada tarde.


Éste era, con diferencia, el momento del día en que más concurrida estaba esta playa, atrayendo a un gran número de turistas que querían darse el último baño iluminados por la luz naranja del ocaso o simplemente sentarse en el arenal a contemplar el espectáculo. Los bares a pie de playa desplegaban sus mesas y sofás para quienes quisieran algo más de comodidad o acompañar el momento con una bebida. Y el aire se inundaba con el olor del gasóleo que alimentaba las antorchas.


De no ser porque sabía que Koh Lipe escondía otros tesoros, no me habría movido de aquí. No necesitaba nada más.
Dónde cenar en Koh Lipe
Casi todos los días, normalmente después de haber visto el atardecer sentado sobre la fina y fresquita arena de Pattaya, recorría la Walking Street hasta el restaurante local de Madame Yoohoo!, señora que -como el nombre del negocio indica- llama la atención de todos los que pasan con su característico «¡Yoohoo!». Más vale hacerle caso, porque la verdad es que siempre cené estupendamente.
En cuanto noté el salitre perpetuo en la piel, la arena constante en los pies… vivir con sandalias y un trapo por camiseta… supe que sólo la obligación de volver a por mi vuelo internacional me sacaría de allí.
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