Viaje tecnológico en el ArtScience Museum de Singapur
Tuvimos muchos días para explorar los rincones de Singapur a fondo, para repetir aquellos lugares que nos habían gustado… También hubo aquellos que no me entusiasmaron demasiado, como la Isla Sentosa. En ella, a unos cuantos minutos en metro desde el centro, podéis encontrar atracciones de multiaventura, el Parque Temático de Universal Studios o incluso playas bastante bonitas.
Quizás porque no tenía yo el cuerpo para caminar bajo el sol y la humedad, acabé volviendo a Marina Bay antes de lo esperado. Allí volvería a cruzarme con el gigante trípedo del Marina Bay Sands, y podría relajarme sentado en las escalinatas de la Esplanade que desembocan en el agua de la bahía. Me llamaba de nuevo la atención esa flor blanca de hormigón que albergaba el Museo de Arte y Ciencia. ¿Merecería la pena?
Visita al Museo de Arte y Ciencia de Singapur
Aquel era un día oscuro y amenazaba con lluvia, así que qué mejor que encontrar un plan de interior. Era el momento de visitar el ArtScience Museum. Este museo tecnológico, cuya fachada exterior sirve de icono para la ciudad, es por dentro un conjunto de exhibiciones entre las que los visitantes pueden elegir. A nosotros nos habían hablando bien de Future World.
Entrada a ArtScience Museum (Future World): 17 SGD
El museo está abierto entre las 10:00 y las 19:00. Último acceso a las 18:00.
La exposición Future World permite el acceso cada hora y media desde las 10:00 hasta las 17:30.
Esta travesía por salas oscuras y juegos de luces, sonidos y pantallas digitales, resultó ser muy inmersiva y en ocasiones bastante espectacular. Desde la habitación con cojines donde tumbarse para disfrutar de un mar de olas virtuales, hasta el bosque de tiras de leds que parece un cosmos en movimiento a través del cual poder caminar.




Y gran parte de ella es interactiva, principalmente enfocada a los más pequeños, pero que también puede hacer las delicias de adultos gamberros como nosotros.



Estábamos tan entretenidos que sobrepasamos la hora de cierre y, básicamente, tuvieron que pedirnos amablemente que nos largáramos. La noche ya había caído sobre la ciudad y ésta estaba iluminada. De camino hacia el río subimos a lo alto del centro comercial de la Esplanade. ¡Maravillosa vista!
El ambiente nocturno de Clarke Quay
Todos los puentes estaban particularmente iluminados y trataban de acaparar protagonismo frente a los rascacielos del downtown y los inmaculados edificios del Hotel Fullerton, el Parlamento o el Teatro Victoria.


Un poco más allá nos encontrábamos con el jolgorio de Clarke Quay, que se desvelaba como uno de los centros de ocio más importantes de Singapur. Bares con música en directo, terrazas, restaurantes al aire libre. Un ambiente fantástico. Nos habríamos quedado a tomarnos una cerveza si no fuera por su precio. ¡Auch!


Vamos a cenar a un sitio más económico, que necesito acabar mis días en Singapur con dinero en el bolsillo…
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