De Bantayan a Siquijor por la jungla de cristal
Los ojos que despertaron aquella mañana en Bantayan eran otros. El pueblo seguía igual, pero parecía diferente. Esta vez, a diferencia del primer día, era idílico y acogedor, e invitaba a que me quedara más tiempo. No lo hice, debía continuar el viaje, debía averiguar cómo ir de Bantayan a Siquijor ese mismo día, y me conformé con volver a recorrer las playas de aquella esquina villana antes de preparar la mochila.
Me despedí de la playa, me despedí de mis nuevos amigos alojados en Bahay Kubo, y me despedí de Santa Fe. Era un día precioso para NO coger la mochila y para NO pegarse un viaje de varias horas hacia una ciudad estresante y contaminada, pero era lo que tocaba. Cebu City era un trámite necesario para llegar hasta una isla mucho más al sur: Siquijor.
Viaje de Bantayan Island a Cebu City
Aunque, como siempre, moverme a pie era mi primera opción, un señor me llevó en su triciclo hasta el puerto por unos cuantos pesos. El ferry acababa de llegar y no tardaría demasiado en reabastecerse y cruzar de nuevo el mar hasta Hagnaya. Durante la espera, asomado a la barandilla de éste, pude echar un último vistazo a la pintoresca costa de Bantayan, que en unos minutos se alejaría hasta fusionarse con el horizonte.
Una serie de destartalados y oxidados barcos que también hacían las veces de casa para sus tripulantes nos daban la bienvenida a la isla de Cebu.
Justo al lado de la terminal se agolpaba una fila de autobuses con destinos variados de entre los cuales debía encontrar mi transporte a la capital. Aproximadamente cinco horas después alcanzaríamos aquella jungla de cristal en la que no quería pasar demasiado tiempo.
Alojamiento barato en la ciudad de Cebu
El tiempo suficiente para pasar la noche y escapar de allí a primera hora del día… A ver, Cebu no es el infierno, ni carece de total interés, pero cuando uno ha puesto el chip mental en modo zen, no es un lugar que apetezca demasiado. Encontré un hostal céntrico, en Fuente Osmeña Circle, con mall y otros servicios cerca, y desde el cual podría llegar con relativa rapidez a la South Bus Terminal a la mañana siguiente.
Unas sábanas de Winnie the Pooh me arroparon aquella noche en Fuente Guesthouse.
Traslado de Cebu a Dumaguete en bus
Aunque no me hubiera importado recorrer a pie el kilómetro y medio hasta la terminal, tenía un poco de prisa por tomar el primer bus de la mañana a Dumaguete, y decidí hacerlo en taxi. Eran alrededor de las 6:30 am cuando el bus de Ceres Liner directo a Dumaguete se puso en marcha.
Bus directo de Cebu a Dumaguete: 240 PHP (Cebu-Bato y Tampi-Dumaguete) + 70 PHP (ferry Bato-Tampi)
De Bato a Tampi, es decir, para surcar el estrecho que separa a la isla de Cebu de la isla de Negros, el bus se encajonaba junto a otros tropecientos vehículos en una precaria barcaza en la que se nos permitía (y se instaba, para no morir asfixiados) bajar.
Reservar el viaje de Cebu a Siquijor aquí
Ferry lento de Dumaguete a Siquijor
Todo parecía indicar que tras aquellas seis horas y pico de viaje lo peor había pasado y Siquijor estaba al alcance de mi mano, pero cuando llegué al puerto de Dumaguete yo y el resto de viajeros nos sorprendimos al ver que no habría manera de zarpar hacia la isla hasta al menos dos horas después.
Tras una larga espera que se prolongó aún más a bordo del ferry, durante la cual me contenté con admirar cómo las esponjosas nubes se apelotonaban frente a las altas montañas de Negros, los motores de esta torpe bestia de acero empezaron a rugir y el mar fue pasando a nuestros lados sosegadamente. Se me hizo eterno.
Para cuando cruzábamos el muelle el sol ya arrojaba formas caprichosas entre las nubes que Negros no dejaba pasar. Yo me puse a buscar la terminal de triciclos y pasé olímpicamente de todos aquellos que me ofrecían un servicio en el propio puerto. Podría intentar explicaros dónde está la terminal, pero es mejor si -como yo- preguntáis… o seguís el enlace que os dejo aquí:
Terminal de triciclos (puerto de Siquijor): Ubicación
Triciclo de Siquijor (puerto) a San Juan (compartido): 25 PHP
Hay que repetirles que no se quiere un viaje especial, y que queréis esperar a que el triciclo se llene para compartir el viaje. A mí me acompañó una madre con sus hijos, que viajaban formales y miraban curiosos a una mochila que era casi más grande que ellos. Mientras, los campos a los lados de la carretera eran cubiertos por la noche y las nubes más altas lucían colores rojos y violetas espectaculares. ¿Era magia? En Siquijor tal vez sí…
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2 Comentarios
y el siguiente!!! Me quedo con las ganas! Tengo que elegir para 10 días Malapascua, Bantayan o Siquijor…¿qué recomendás?
Estoy terminando de editar el siguiente! 😉
Pues me resulta muy difícil elegir… Pero en esos dos días te da tiempo a ver dos… Yo me quedaría con Malapascua y Siquijor.