Come, duerme y… enamórate de General Luna, Siargao
Tras la primera noche en Siargao tuvimos que mudarnos. Nuestra habitación en Jing’s Place llevaba tiempo reservada y la guesthouse estaba llena, así que nos tocaba buscar nuevo alojamiento en General Luna. Me acerqué a preguntarle a la hermana de Jing, la cual, justo aquí al lado, tenía un par de cabañas de nipa en las que alojaba a viajeros. Afortunadamente Linh, que así se llamaba ella, nos confirmó que una de las habitaciones estaba disponible y aquella se convirtió en nuestra casa durante los días restantes en Siargao.
Alojamiento en General Luna, Siargao
Alquilar moto en Siargao
Nos alegró enormemente encontrar un alojamiento tan agradable en una semana durante la que la isla rebosaba visitantes. Por si eso fuera poco, tras el fiasco de la moto averiada, Linh nos alquiló una en perfecto estado y además por mejor precio.
Apenas nos habíamos movido 30 metros de nuestra ubicación anterior, y me alegraba no haber abandonado aquellas arenosas calles oprimidas por la sombra de los frondosos árboles. No estábamos en una idílica primera línea de playa, pero aquella sencillez, aquella tranquilidad rural, era un paraíso a su manera.
Como mandaría nuestra tradición en Siargao, con el nuevo día caminamos hasta la costa para contemplar el aspecto de la playa bajo los nuevos rayos de sol. Esta vez el agua, con marea alta, llegaba casi hasta la linde de las palmeras y dibujaba una frontera cristalina sobre la brillante arena dorada.
La orilla de Siargao toma profundidad de manera lenta y ello implica caminar sin dificultad por esta superficie plateada mientras únicamente se refrescan los pies, o tener que tumbarse para sumergir todo el cuerpo.
Terreno de juegos para humanos y perros por igual… ¿Quizás estos son los cánidos más felices del mundo?
Disfrutamos de nuestro rato de relax bajo las hojas de un cocotero, pero la curiosidad no tardó en convencernos de que merecía la pena recorrer la playa en busca de nuevas perspectivas.


Compartíamos kilómetros de playa solitaria con un par de familias que buscaban crustáceos entre las aguas claras. Aparte de ellos, nosotros y los perros, lo único que se movía en esta bella costa eran las hojas de palmera ondulando al viento y el agua rompiendo con delicadeza en la orilla.


Que se pare el tiempo.
Dónde comer y cenar en General Luna
Francamente, la primera noche en Siargao nos costó encontrar un lugar donde cenar en General Luna. No es que no los haya, es que buscamos mal. En una ocasión fuimos al Kermit Resort, recomendado con fuerza en Internet como buen alojamiento en General Luna y como restaurante de calidad. El lugar estaba a tope, tanto que nos trasladaron hasta una zona de descanso y nos dieron una bebida mientras esperábamos a que se librara alguna mesa. La espera no fue tan larga…
Kermit Resort and Restaurant
Pizza en Kermit: 260 PHP (con posibilidad de añadir ingredientes por 30 PHP)
Ubicación
Su fama le precede con justicia, la pizza estaba riquísima, y el lugar tiene su encanto.
Otro de los célebres lugares en los que más te vale estar pronto para encontrar sitio (nosotros compartimos mesa con una simpática familia filipina) es Mama’s Grill, un restaurante con un toque mucho más local. Eliges una serie de «pinchos morunos» que luego se harán a la parrilla y entregados en tu mesa. Muy rico. ¡La comida se acaba pronto!
Mama’s Grill
Ubicación
Si uno explora más allá de los nombrados seguro que encuentra fantásticos rincones.
Diario anterior: Cloud 9, el surf de Siargao desde las alturas
Diario siguiente: Baño en Magpupungko, las piscinas naturales de Siargao
2 Comentarios
Estoy enganchada a tus posts! Hace ya un tiempito que Filipinas está en mi lista de. Próximos viajes y contigo voy alimentando las ganas de ir! Gracias x acercarmos con tus palabras y fotos!
Gracias a ti por leerme y por tu comentario! 😉