Aventura en moto a Uluwatu y las playas del sur de Bali
Y pensar que aquella ducha que nos pegamos al llegar al Ned’s Hide Away era la primera en cinco o seis días… La verdad es que ni lo habíamos notado, porque nos habíamos pasado las horas metidos en el mar. Nuestra piel se curtía por el salitre y nuestro pelo se volvía rubio. Creo que estábamos a punto de convertirnos en Aquaman. Teníamos un asunto pendiente con Bali, así que nos haríamos con una moto y pondríamos rumbo a Uluwatu.
Alquiler de moto en Seminyak
Establecidos en Seminyak, por delante teníamos dos días en Bali junto a Ana y Alberto. La primera mañana fuimos a por nuestras motos. En la calle principal un amable señor nos propuso un buen precio para dos días y, al ver que yo le sacaba fotos a la moto, nos aseguró que se encontraban en buen estado y que no nos la iba a jugar porque «quería que tuviéramos una buena experiencia y volviéramos a Bali». ¡Qué majo!
Yo no quería que acabáramos despatarrados en una cuneta, así que confié en la capacidad de Unai para llevarnos. Le costó un poco cogerle el tranquillo pero después parecía que lo había hecho toda la vida. Así que tras firmar el contrato nos pusimos en marcha, una moto detrás de la otra, esquivando el odioso tráfico de Bali.
Visita al templo de Uluwatu
El plan para hoy era visitar, ¡al fin!, el famoso templo de Luhur Uluwatu, en los acantilados más al Sur. No es difícil llegar. Una vez estás en la carretera principal verás indicaciones, y si sigues hacia el sur no tiene pérdida. Eso sí, el tráfico acababa con mis nervios.
Creo que pagamos una pequeña cantidad por el parking de la moto de Uluwatu (no recuerdo cuánto) y en la entrada al recinto abonamos lo correspondiente, además de adjudicarnos un sarong y poder dejar los cascos de las motos bajo custodia.
Como en muchos otros lugares de Bali, tendrás que tener cuidado con los monos y su cleptomanía, y a veces te dará rabia no poder entrar a templos que se consideran especialmente sagrados, pero si tu pregunta -como la de muchos otros- es si Uluwatu lo merece, en mi opinión: sí, lo merece. Simplemente por el entorno en el que se encuentra, y si no mirad:



De ruta por las playas del sur de Bali
Tras Uluwatu volvimos a la moto y aprovechamos este viajecito por el sur para visitar todas las playas de la costa oeste de la península de Bukit. La moto es el transporte idóneo para ello, y merece la pena explorar esta costa porque tiene pequeños rincones realmente curiosos.
Empezamos por la más cercana: Uluwatu Beach, también llamada Suluban Beach. Quizás no sea la playa ideal para relajarse y tomar el sol, ya que más que una playa parece una cueva. Pero es esta característica y lo impresionante de su entrada lo que debe llevarte hasta aquí. Es muy conocida entre los surferos para acceder a las rompientes, y puede regalarte fotos muy bonitas.
La siguiente fue Padang Padang. En ésta sí se puede estar más tranquilo y es perfecta para pegarse un baño, como hicimos nosotros. No es demasiado grande, pero su arenal es más extenso y tiene aguas calmadas y transparentes. Además de refrescarnos, pudimos comer en uno de los warungs de la playa. La entrada también resulta espectacular, por unas escaleras que atraviesan dos grandes paredes de roca entre las que apenas cabe una persona.
Ya entrada la tarde, nos saltamos Dreamland, que Unai y yo ya conocíamos, y fuimos derechos a Balangan. Balangan es una típica playa alargada, muy identificable por sus sombrillas blancas. No nos quedamos mucho tiempo pero es un lugar agradable para pasar un rato al sol.
Por cierto, puede que en algunos lugares tengáis que pagar por aparcar la moto, aunque siempre podréis esquivar estos parkings y andar un poquito más.
La verdad es que el calor y las vueltas en la moto nos tenían algo agotados. En el fondo agradecimos que nuestra ruta por las playas se acabara, y antes de volver al hostal decidimos parar en Legian para tomar una cerveza mientras contemplábamos el atardecer. Dicen que tumbarse en estos pufs para ver la caída del sol es uno de los must dos de Bali…


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