España

5 cosas increíbles que hacer en Picos de Europa


Entre Cantabria, Asturias y Castilla y León se alza una mole de piedra caliza a la que marineros de antaño bautizaron como los «Picos de Europa». Tengo la suerte de vivir a tres horas de ellos, y gran parte de las aventuras de mi infancia se desarrollaron allí. ¿Que hacer en Picos de Europa? Vamos a hacer un breve repaso a los lugares que recuerdo con más cariño y a las experiencias que no os podéis perder si algún día visitáis este paraje natural.

1. La Ruta del Cares

Una de las experiencias más conocidas consiste en recorrer el impresionante y vertiginoso camino que atraviesa el desfiladero del río Cares. Esta senda cruza parte del macizo montañoso como una flecha y deja estampas de una magnitud y una belleza inimaginables. Si miras hacia abajo observarás los cientos de metros que te separan del río, y si miras hacia arriba verás las altísimas agujas grises que rasgan el cielo.


Dos amigos y yo hace mil años


La travesía recorre el desfiladero entre Poncebos y Caín, y se puede realizar en ambas direcciones. Algunos se las arreglan para hacer sólo una «ida» y coger un coche o taxi en uno de los dos municipios, pero lo habitual es hacer la ida y la vuelta y sus 22 km.



Reservar el tour por la Ruta del Cares


No es una ruta de especial dificultad, la mayor parte es plana, pero para alguien desentrenado puede resultar larga y el tramo cercano a Poncebos sí cuenta con varias cuestas intensas. También lo pueden pasar mal personas con mucho vértigo, ya que hay zonas en las que el camino es bastante estrecho. Siempre he visto a gente que se daba la vuelta por no soportarlo.

Lleva agua en abundancia, protección solar y calzado técnico cómodo.

2. El río Sella

Nos alejamos un poco del Macizo Central para hacer una visita a Cangas de Onís. Este bonito municipio siempre es disfrutable, pero si miras las aguas de su río y sientes que necesitas «algo más», puede que recorrer el Sella sea lo que estás buscando. El descenso del Sella es una de esas experiencias de fama nacional, una vieja competición que se ha extendido a la categoría de actividad outdoor para familias.



El Sella es un río tranquilo, serpenteante, divertido… Una forma genial de pasar el día disfrutando del paisaje entre Arriondas y Ribadesella con amigos o familiares. La época más popular es el verano, por supuesto, y la altas temperaturas invitarán a una jornada sobre el agua que baja de los Picos, pero algunos días el poco caudal y la cantidad enorme de visitantes puede sacar de quicio.


Reservar el descenso del Sella en canoa


Se puede alquilar el servicio (chalecos, bidones estancos, canoa…) en mil y un establecimientos de deportes de aventura tanto en Ribadesella, como en Cangas de Onís, como en Arriondas.
Hacer kayak/piragüismo siempre es cansado. Lo notarán los niños y las personas en peor forma física. Pero para aquellos que se cansen, el trayecto cuenta con tres diferentes paradas, y los visitantes pueden terminar en el punto que deseen. Las empresas suelen ofrecer almuerzo y agua junto con el resto del equipo.

3. Subir a Bulnes y al Refugio de Urriellu

Bulnes es un precioso y rústico pueblito localizado a la sombra del Macizo de Picos de Europa. De no ser por el funicular subterráneo que llega hasta él desde Poncebos, estaría completamente aislado del mundo. Podéis visitarlo por medio de dicho transporte, a pie subiendo desde Poncebos por la Canal del Tejo, o bien desde Sotres a través del collado de Pandébano.



Si os gusta el senderismo, os recomiendo tanto la canal hasta el pueblo como el camino que asciende al collado y sigue subiendo hasta el mismísimo Naranjo de Bulnes, o Picu Urriellu. Es una subida potente pero no difícil. Las vistas de este majestuoso pico valdrán todo el esfuerzo. Si llegáis hasta él estaréis en pleno Macizo de Picos de Europa, mundo de montañeros y escaladores, y podréis alojaros en el Refugio de Urriellu, al pie de la mítica montaña. Hay otra subida al Naranjo desde Bulnes, por la Canal de Balcosín, pero si no sois montañeros es un poco bestia.



El baño está prohibido en el Parque Nacional, pero después de varios días de monte nadie me iba a quitar un baño express en las aguas heladas de Bulnes. ¡Ropa fuera!


4. Llegar a Covadonga y los Lagos

Uno de los lugares más visitados en Picos de Europa es el Santuario de Covadonga, con su basílica y su virgen en la cueva. Da igual si eres creyente o no, el peregrinaje hasta aquí ya vale por la belleza del entorno y lo singular de este lugar sagrado. Aun así, lo normal es continuar subiendo y llegar hasta el esplendor natural de la zona: los Lagos de Covadonga.



Contratar la excursión a los Lagos de Covadonga


Es uno de los lugares favoritos de familias y gente no acostumbrada al medio montañoso, de hecho yo los visité de tan pequeño que no recuerdo nada, ya que se puede acceder en coche hasta ellos. Pero para los que quieran explorar el paisaje más a fondo, existe la posibilidad (¡cómo no!) de hacer una ruta sencilla y bonita que rodea los lagos, así como de ampliar horizontes y llegar a otros puntos del Macizo. Las posibilidades son infinitas.

5. Retar al vértigo en el teleférico de Fuente De

Tanto si eres montañer@ como si no, tienes que pasar por Fuente De. Este lugar, en el lado cántabro del Parque, es un acceso directo al Macizo Central de los Picos de Europa. ¿Cómo? Por medio de su teleférico. Los montañeros siempre lo hemos utilizado para ahorrarnos varios cientos de metros de subida o bajada antes de una larga travesía o después de un duro día de ascensiones por los Picos, pero aunque no pretendas subir montañas, tienes que venir hasta aquí a maravillarte con las vistas.



Comprar la entrada al teleférico de Fuente Dé


A un lado el verde paisaje de las tierras bajas, al otro lado el gris de la caliza de estas monumentales montañas, y tú entre ambas. El paisaje más espectacular por sólo 5 minutos de vertiginosa y divertida ascensión en su teleférico. ¡Absténganse los del vértigo! En temporada alta puede que tengas que esperar varias horas para cogerlo.



Arriba tú decides: relajarte y fotografiar el increíble panorama, o explorar la parte más dura e inhóspita de los Picos de Europa. Existe la posibilidad de practicar senderismo accesible hasta cierto punto, antes de encontrarte con las bruscas paredes de roca. Un ejemplo: subir hasta Cabaña Verónica (2.325m), un refugio construido con la cúpula de la batería antiaérea de un portaaviones estadounidense.


Ahora te toca visitarlos a ti. ¿Has estado ya?

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David

David

4 Comentarios

  1. ❤️

  2. Yae M
    a las Responder

    Hey!! Las fotos estan espectaculares!! que ganas desde ya de ir a esos paisajes!!! Qué taaaan helada es el agua??, no se si hubiese tenido las agallas para meterme. EN fin, un abrazo!!

    • Gracias Yae! Pues muy helada! jajaj Muy fría. Pero oye, todo es probar 😉 Un saludo!

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