Templos, masajes y danza balinesa en Ubud, Bali
Aún nos quedaba un día entero en Ubud y lo aprovecharíamos para visitar algún que otro templo, darnos un masaje en un spa y ver el (muy esperado por mí) show de danza balinesa tradicional al anochecer.
Se nos marchaba Brenda, ¡por enésima vez! La verdad es que nos habíamos despedido tantas veces que en el fondo suponíamos que la volveríamos a ver. Ella se iba a las islas Gili, y nosotros también dentro de un par de días, pero antes queríamos finiquitar los asuntos con Ubud y echar un vistazo al sur de Bali. La acompañamos a través del gang y esperamos hasta que la recogieron en la calle principal.
Nosotros teníamos que haber hecho lo mismo que ella, tirar hacia Gili directamente desde Ubud, pero eso os lo contaré en el siguiente post.
Visitando templos en Ubud
Lo primero que hicimos fue ir en busca del Pura Dalem Puri, en el extremo oriental del centro de la ciudad, yendo hacia el Este por Jl. Raya Ubud. El paseo no se hace excesivamente largo pero aquella mañana hacía mucho calor. El templo es fácilmente localizable gracias a un enorme árbol que hay junto a su entrada. Desgraciadamente sólo lo pudimos ver por fuera, porque cuando quisimos entrar algunos locales nos pidieron que no lo hiciéramos. Suponíamos que era por no llevar sarong, pero tampoco encontramos a nadie en los alrededores que lo alquilara o prestara, así que nos rendimos.
Volvimos hacia el centro y pasamos a ver el Pura Taman Saraswati, esta vez de día. Tan bonito como a la noche. Ahora se distinguían con mayor facilidad las flores de loto que adornan los estanques.
Estábamos hambrientos así que hicimos uso del restaurante que comparte ubicación con el Taman Saraswati, el Cafe Lotus. Este establecimiento está completamente abierto al templo, y algunas de sus mesas se extienden paralelamente al estanque. No hay sillas, sólo cojines y un suelo acolchado, ¡los asiáticos sí que saben! Si venís de noche a veces se pueden observar los shows de danza del Saraswati desde aquí. Menudo sitio más chulo…
Masaje y spa balinés en Ubud
Nuestro plan para la tarde era darnos un señor capricho. La verdad es que yo no tenía pensado hacerlo, pero Unai me convenció: darnos un masaje balinés. Ubud está repleta de spas y sitios similares. Algunos son mejores, otros peores, más caros y más baratos… Los que tienen mejor reputación se pueden encontrar en Internet y en webs como Tripadvisor. Aquí podéis consultar la opinión de los clientes, pero de donde sacaréis información más fidedigna será de los viajeros in situ.
Nosotros habíamos reservado una sesión de dos horas en el Putri Bali Spa (si no reservas puede que cuando llegues esté todo ocupado). Se encuentra un poco alejado del centro pero no tuvimos problema en ir andando. Seguimos Jl. Raya Ubud hacia el Oeste, por encima del río, y luego la carretera ascendente de Jl. Raya Sanggingan hasta toparnos con el letrero del spa.
El sitio era limpio, relajante, fantásticamente ambientado y el trato muy bueno. Tuvimos que esperar un poquito a que limpiaran nuestra sala y después nos llevaron hasta ella. Te dejan un tiempo a solas para que te desvistas y te pongas cómodo, y cuando estás preparado entran y comienzan el tratamiento. Hablo en plural porque Unai y yo estábamos en una sala compartida, y por lo tanto había dos masajistas con nosotros, pero puedes solicitar una sala individual.
Yo nunca me había dado un masaje y estaba algo perdido. Te dejan un tanga de redecilla sobre la camilla que ni sujeta ni tapa nada… así que no sé para qué sirve, pero nos lo pusimos (xD). La sesión consistía en un tratamiento con cremas, arroz y otros mejunjes para eliminar la piel muerta (y llega a raspar bastante), seguido por un masaje de cuerpo completo cuya dureza se ajusta a lo que tú quieras. El mío fue de dureza media-baja y la verdad es que lo disfruté mucho. Unai pidió un nivel más fuerte.
Tras el masaje te dejan tiempo para que te relajes en la bañera de flores junto con un té y galletas, y después puedes utilizar la ducha de al lado para terminar de lavarte. Como podéis ver en las fotos el diseño de la habitación era precioso, y sobre la ducha de piedra se abría un hueco hacia el cielo que proporcionaba luz natural.
Masaje en Putri Bali Spa, Ubud: RP 200.000 por dos horas (Tratamiendo exfoliante + masaje completo + baño con té y galletas + ducha + taxi de vuelta al centro).
El taxi proporcionado por el spa nos dejó en el centro de Ubud. Unai se fue a cortar el pelo a algún gang y yo me quedé en el mercado a buscar regalos para familia y amigos. De vuelta al hostal me crucé con música de gamelan por la calle. Me asomé tras un murito y vi que en el templo Pura Padang Kerta estaban celebrando algún tipo de ceremonia. Muy interesante de ver, ¡y de oír!
Espectáculo nocturno de danza balinesa
A las 7 teníamos una cita con el espectáculo «Kecak Fire & Trance Dance» en los alrededores del templo Padang Tegal Kaja, en Jl. Hanoman. Yo pasé por la guesthouse a dejar las cosas y como veía que Unai no aparecía le dejé la entrada en nuestra terraza, y le mandé un mensaje diciéndoselo. Quería pillar buen sitio en el show para grabar y sacar fotos, así que si Unai tardaba más de la cuenta me encontraría con él allí.
El espectáculo es una maravilla. Involucra la que parecían ser distintas vertientes de la danza balinesa. Una más tribal y «primitiva» y otras más teatrales y coreografiadas. Participan un montón de bailarines, y el show termina con la «actuación» de un hombre que -según dicen- está verdaderamente en trance y al que traen de una aldea lejana porque es uno de los pocos capaces de hacerlo: andar sobre brasas vivas. Se comienza encendiendo una hoguera, y este señor chuta el fuego y anda por encima de él como si nada, acompañado por una indumentaria y movimientos tradicionales.


Hay muchos tipos de espectáculos de danza en Ubud todos los días, durante todo el año, y si yo pudiera los vería todos. Pero esta danza Kecak levanta pasiones y son muchos los que hablan bien de ella. Yo me uno a ellos. Así que si puedes, ¡no te la pierdas!
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